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martes, 24 de marzo de 2009

¡SI A LA VIDA!. AGRUPACION ARCIPRESTAL DE COFRADIAS

Agrupación Arciprestal de Cofradías y Hermandades del Arciprestazgo de Baeza.
25 de Marzo de 2009. Solemnidad de la Anunciación del Señor

¡Protege mi vida!


Uniéndonos a nuestros pastores y a toda la Iglesia en su enseñanza perenne sobre la defensa de la vida desde su concepción a su término natural, desde nuestra agrupación arciprestal queremos ofreceros esta oración que debemos de hacer antes de la salida procesional de nuestros titulares. La hará el capellán y participarán todos los miembros de la Cofradía. En el caso que no estuviese el capellán hará la oración el Hermano Mayor.

Igualmente os recomendamos que leáis y difundáis la carta pastoral de nuestro obispo D. Ramón con el titulo “Nuestro Si a la vida”, que os adhesionéis a cuantas iniciativas os propongan para defender la vida, a que trabajéis durante todo el año en formación y sensibilización sobre este tema con vuestros cofrades.
No consiste solamente en volcarnos ahora en Semana Santa y después olvidarnos, hay que dar la batalla durante todo el año y manifestar en público y privado, con muchísima claridad, nuestra posición en referencia a este tema pidiendo a la sociedad que nos escuche y se nos respete.

La defensa de la vida no es un problema religioso, ni solamente ético, es un tema de justicia social, así nos los recordaban los obispos de la subcomisión para la defensa de la vida: “la verdadera justicia: proteger la vida de quienes van a nacer y ayudar a sus madres”.
Aquí vamos todos juntos, creyentes y no creyentes, científicos, pensadores, asociaciones. Formamos un frente común y somos muchos, por eso es importantísima la coordinación y el dejarnos oír.

Termino con las palabras de la nota de los obispos:

“Confiamos a nuestra Señora, Madre de los vivientes, los frutos de este año dedicado a la oración y a un mayor trabajo de formación y compromiso activo a favor de las vidas humanas que van a nacer. Que Ella nos ayude a vivir como auténticos hijos de la luz, siendo constructores de una auténtica cultura de la vida”.

PROTEGE MI VIDA SEÑOR

Señor Jesús,
Dios de la vida,
en Tí encontramos el sentido de nuestra existencia.

Nos disponemos a comenzar nuestra estación de penitencia,
un momento bien deseado durante todo el año.
Queremos ofrecerla y hacerla oración
para que tu evangelio de la vida
sea acogido, celebrado y anunciado por todos los hombres.

Somos muy conscientes de que sólo tu Señor,
eres el dueño de la vida.
Nosotros no tenemos autoridad para decidir
quien vive y quien muere.

Te pedimos por los matrimonios, por las familias, por las madres,
que encuentren en nuestra sociedad
cauces de apoyo y defensa.

Te pedimos por los niños que nacen para que encuentren un hogar
donde se les acoja con amor y se les eduque en la justicia y la verdad.

Te pedimos perdón por tanta vida malograda que no ha visto la luz
por la dureza de nuestro corazón.

Te pedimos por nuestra sociedad para que sea defensora de la vida,
para que no articule ni facilite caminos de muerte y destrucción.

Te pedimos por las madres, las felices con sus hijos y las que sufren
terriblemente por el drama del aborto.

Confiamos Señor, por la intercesión de la Virgen María, madre de todos los vivientes, los frutos de este año dedicado a la oración y a un mayor trabajo de formación y de compromiso activo en favor de las vidas humanas que van a nacer. Que nuestra Madre nos ayude a vivir como hijos de la luz, siendo constructores de una auténtica cultura de la Vida.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. AMEN.

Y ahora hermanos, con fe y devoción, iniciemos nuestra estación penitencial

(Mariano Cabeza Peralta, Consiliario Arciprestal de Baeza)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias agrupación de cofradías por esta iniciativa

Anónimo dijo...

Espero y deseo que esta iniciativa sea el comienzo, y no solo un gesto,de una incansable defensa de la vida en todos sus ataques.Pido a Dios que nos de la fortaleza y perseverancia para ser testigos del Evangelio de la Vida.