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viernes, 28 de febrero de 2014

CARTA DEL PAPA FRANCISCO A LAS FAMILIAS

Me presento a la puerta de su casa para hablarles de un acontecimiento que, como ya saben, tendrá lugar el próximo mes de octubre en el Vaticano. Se trata de la Asamblea general extraordinaria del Sínodo de los Obispos, convocada para tratar el tema "Los retos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización". Pues la Iglesia hoy está llamada a anunciar el Evangelio afrontando también las nuevas emergencias pastorales relacionadas con la familia.

Queridas familias:
Este señalado encuentro es importante para todo el Pueblo de Dios, Obispos, sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos de las Iglesias particulares del mundo entero, que participan activamente en su preparación con propuestas concretas y con la ayuda indispensable de la oración. El apoyo de la oración es necesario e importante especialmente de parte de ustedes, queridas familias. Esta Asamblea sinodal está dedicada de modo especial a ustedes, a su vocación y misión en la Iglesia y en la sociedad, a los problemas de los matrimonios, de la vida familiar, de la educación de los hijos, y a la tarea de las familias en la misión de la Iglesia. Por tanto, les pido que invoquen con insistencia al Espíritu Santo, para que ilumine a los Padres sinodales y los guíe en su grave responsabilidad. Como saben, a esta Asamblea sinodal extraordinaria seguirá un año después la Asamblea ordinaria, que tratará el mismo tema de la familia. Y, en ese contexto, en septiembre de 2015, tendrá lugar el Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia. Así pues, oremos todos juntos para que, mediante estas iniciativas, la Iglesia realice un auténtico camino de discernimiento y adopte los medios pastorales adecuados para ayudar a las familias a afrontar los retos actuales con la luz y la fuerza que vienen del Evangelio.
Les escribo esta carta el día en que se celebra la fiesta de la Presentación de Jesús en el templo. En el Evangelio de Lucas vemos que la Virgen y San José, según la Ley de Moisés, llevaron al Niño al templo para ofrecérselo al Señor, y dos ancianos, Simeón y Ana, impulsados por el Espíritu Santo, fueron a su encuentro y reconocieron en Jesús al Mesías (cf. Lc 2,22-38). Simeón lo tomó en brazos y dio gracias a Dios porque finalmente había "visto" la salvación; Ana, a pesar de su avanzada edad, cobró nuevas fuerzas y se puso a hablar a todos del Niño. Es una hermosa estampa: dos jóvenes padres y dos personas ancianas, reunidas por Jesús. ¡Realmente Jesús hace que generaciones diferentes se encuentren y se unan! Él es la fuente inagotable de ese amor que vence todo egoísmo, toda soledad, toda tristeza. En su camino familiar, ustedes comparten tantos momentos inolvidables: las comidas, el descanso, las tareas de la casa, la diversión, la oración, las excursiones y peregrinaciones, la solidaridad con los necesitados… Sin embargo, si falta el amor, falta la alegría, y el amor auténtico nos lo da Jesús: Él nos ofrece su Palabra, que ilumina nuestro camino; nos da el Pan de vida, que nos sostiene en las fatigas de cada día.
Queridas familias, su oración por el Sínodo de los Obispos será un precioso tesoro que enriquecerá a la Iglesia. Se lo agradezco, y les pido que recen también por mí, para que pueda servir al Pueblo de Dios en la verdad y en la caridad. Que la protección de la Bienaventurada Virgen María y de San José les acompañe siempre y les ayude a caminar unidos en el amor y en el servicio mutuo. Invoco de corazón sobre cada familia la bendición del Señor.
Vaticano, 2 de febrero de 2014
Fiesta de la Presentación del Señor

CONCIERTO ESTRENO MARCHA "PANGE LINGUA"


domingo, 23 de febrero de 2014

CARTAS A JESÚS DE NAZARET



Carta 14 a Jesús de Nazaret.           
Domingo VII de T. Ordinario. 23-2-2014
Evangelio: Mateo 5, 38-48



S
eñor: Sí he oído y leído que se dijo en tiempo pasado: “Ojo por ojo y diente por diente” Esto, ya no es así. Hoy habrá que cambiarlo por : “Dos ojos, por uno; y por un diente, la dentadura entera y hasta la boca”

Tú nos recomiendas: “NO HAGAIS FRENTE AL QUE OS AGRAVIA” 

No te hacemos caso, Jesús. Al contrario; a un agravio, respondemos con otro mayor; al que viene a nuestro encuentro con un cuchillo, para herirnos, salimos con una pistola para matarlo.

Este espiral de violencia ha hecho      de  nuestro mundo, un lugar peligroso de nuestro mundo, un lugar peligroso para vivir.
La violencia no amenaza solo la vida de los hombres, sino la misma supervivencia del planeta Tierra.

¿Quién te cree, hoy, Jesús?  ¿Quién aplica tu doctrina como receta al mal que padecemos? 
                                                                                                                                
¿Quién tiene razón: el conjunto de hombres que han vivido hasta aquí, o Tú?     
¡¡Tú!!!

Nos mandas : “AMAD A VUESTROS ENEMIGOS Y REZAD POR LOS QUE OS PERSIGUEN”  
           
Nadie que quiere trigo siembra espinos. Nadie que quiera paz y amistad, sembrará odio: Siembra amor. Es, además, la manera de asemejarnos a Dios tu padre. Porque si nuestra Tierra es aún habitable y despensa para los que en ella vivimos, es porque Él hace salir el sol sobre malos y buenos; es porque envía la lluvia a los campos de los buenos y de los malos.

Tú enseñanza, Jesús, no tiene alternativa válida. Aún reconociendo que no es fácil ponerla en práctica, porque el mal es una realidad que vive dentro de nosotros, y también, nos rodea.
Si tu enseñanza ha de ser practicada por todos, para tus seguidores, es imprescindible. Porque el cristiano tiene por Padre a Dios a quien ha de amar con todo el corazón,  y al hombre, como hermano.

Con afecto y adoración. Bartolomé Menor.

sábado, 22 de febrero de 2014

PARA TODOS LOS COFRADES



CARTA PASTORAL
A Cofradías de Pasión y Gloria

“Cruz y Resurrección”

Muy queridos hermanos y hermanas cofrades:

Centralidad de la cruz en el cristiano
1. El evangelista san Juan nos explica y enseña que los padecimientos y la crucifixión del Señor son el camino a la gloria. Jesucristo es el rey, victorioso, que vence al mundo y al príncipe de este mundo. Elevado sobre la cruz juzga al mundo y atrae a todos hacia Él[1].
La cruz es el lugar de la victoria de Cristo, no un lugar de suplicio o de dolor. Con la cruz, la Iglesia proclama la victoria del salvador sobre la muerte, el triunfo de su amor. Por eso es el signo de nuestra redención.
Junto a la cruz del Calvario está la Iglesia, congregada simbólicamente en la persona de “su Madre”, y de Juan, “el discípulo que tanto quería”.
Puede decirse que en la Cruz de Cristo están representados todos los que han sufrido antes y después de Él: los que son tratados injustamente, los enfermos y desvalidos, los que no han tenido suerte en la vida, los que sufren los horrores de la guerra, el hambre o la soledad, los crucificados de mil maneras. También en nosotros el dolor, unido a la Cruz de Cristo, tiene valor salvífico. Dios no está ajeno a nuestra historia.
Como lleva por título el Mensaje del Santo Padre Francisco para esta Cuaresma; Cristo “se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza” (cf. 2Cor 8, 9).

De la cruz brota la vida
2. Cristo muerto en la cruz, nos ha salvado desde dentro. Ha sufrido por nosotros, con nosotros y como nosotros, pero resucitará por el poder de Dios, y el destino de gloria que le espera es también el que nos espera a nosotros.
No se nos ha asegurado que los que creemos en Jesús no vayamos a tener dificultades, experimentar la enfermedad, la soledad, el fracaso o la muerte. Pero, aunque no entendamos del todo el misterio del mal y de la muerte, sabemos que no son en vano, sino que tienen una fuerza salvadora y pascual, hacia la nueva vida que Dios nos promete.
Cuando durante el tiempo de Cuaresma miremos y adoremos la cruz de Cristo, su pasión y muerte, pediremos también que nos enseñe a vivir y a llevar nuestra cruz personal, pequeña o grande, con la misma entereza con que Él la llevó sobre sus hombros.
Escribió san Agustín en un Sermón: “Por tanto, no sólo no debemos avergonzarnos de la muerte de nuestro Dios y Señor, sino que hemos de confiar en ella con todas nuestras fuerzas y gloriarnos en ella por encima de todo”[2].

Un nuevo futuro
3. Al regresar a Jerusalén los dos discípulos que caminaron a Emaús, escribe el evangelista san Lucas que “encontraron reunidos a los once con sus compañeros, que estaban diciendo: Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón. Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y como lo habían reconocido al partir el pan” (Lc 24, 33-35).
La fe es un don de lo alto y la conversión es obra de Dios. En aquellos primeros testigos, y discípulos comienza una transformación a raíz de la Resurrección de Jesús, que culminaría en Pentecostés. Sus dudas, al ver la piedra removida del sepulcro, las vendas en el suelo y el sudario, con que le habían cubierto la cabeza, enrollado en un sitio aparte y el sepulcro vacío, contribuían a aumentar la confusión, pero se transformaron en su modo de ser y actuar. Se produjo, en cada uno de ellos, el cambio profundo como creyentes.
Comenzaron a pensar en las cosas de arriba y no tanto en las de abajo. Dejaron de buscar entre los muertos al que había recobrado la vida. El sepulcro les condujo, desde la duda y confusión a la certeza de la fe sobre la nueva existencia de su Maestro plena y glorificada, como a su victoria sobre la muerte. No seguían a un muerto, sino a uno que está vivo.

Hombres nuevos
4. La vivencia de la Pascua, en el cristiano, significa abandonar el “hombre viejo” que está agazapado en nuestro interior para dejar crecer al “hombre nuevo”, reflejo de Cristo, que se inicia con el Bautismo. Por el agua y la acción del Espíritu Santo, se nos introduce en el misterio de Cristo que atravesó la muerte y pasó a la vida.
Procure el cofrade, por todo ello, acudir a la solemne Vigilia Pascual del sábado santo a renovar sus promesas bautismales, para avivar el inicio de su recorrido de creyente por gracia de Dios. Celebre con gozo también en aquella noche santa el sacramento de la Eucaristía. En él, celebramos que Jesús, el Señor resucitado, se nos entrega como el Pan que da la vida eterna, el alimento que repara nuestras fuerzas, levanta nuestro espíritu y renueva nuestro ser de creyentes.
Los dos discípulos de Emaús, que contemplaban la realidad con tintes negros y estaban tan desanimados, empezaron a cambiar su modo de ver las cosas y de actuar cuando acogieron a Jesús resucitado. Supieron reconocerlo en la Fracción del Pan, después de haber escuchado con atención su Palabra. Y dieron, luego, testimonio de su encuentro con el Resucitado volviendo al Cenáculo, a la Iglesia naciente, a la comunidad del los discípulos de Jesús, llenos de renovada esperanza.
Que este sea también vuestro recorrido en esta Pascua del 2014, al celebrar la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
Con mi saludo en el Señor, os bendice.



X Ramón del Hoyo López
      Obispo de Jaén


[1] Evangelio de san Juan, La Pasión, Capítulos 18 y 19.
[2] San Agustín, Sermón Güelferbitano 3, PLS 2, 545-546.

viernes, 21 de febrero de 2014

jueves, 20 de febrero de 2014

PEREGRINACIONES DE LA DIOCESIS DE JAEN

El Secretariado de Peregrinaciones ha hecho públicos los destinos y programas para el verano de 2014.
Como cada año, está prevista la peregrinación a Tierra Santa (del 8 al 15 de julio).
Además se han programado otras tres:
-Sicilia, la tierra de Santa Águeda y Santa Lucía, marcada por la fe católica en su arte y cultura (del 19 al 26 de julio);
-Alemania, dividida por la reforma luterana, pero con una presencia católica actualmente mayoritaria (del 7 al 15 de agosto);
-Rumanía, famosa por sus bellas iglesias y conventos ortodoxos, en donde la Iglesia Católica vive en minoría, tras duros años de persecución soviética (del 21 al 28 de agosto).
Información e inscripciones: http://iglesiajaen.com/

miércoles, 19 de febrero de 2014

ENCUENTRO DIOCESANO DE CATEQUISTAS


 Encuentro Diocesano de Catequistas: Sábado 5 de abril, de 10 a 16 horas.

Os ruego a los catequistas que vayáis reservando la fecha del Encuentro Diocesano de Catequistas que se celebrará, Dios mediante, el sábado 5 de abril, en el Seminario. En breve os daremos más detalles del Encuentro y algunos materiales para preparar el tema del "Despertar a la fe":

Conferencia central:
"EL DESPERTAR RELIGIOSO EN LA FAMILIA Y EN LA PARROQUIA"
 
Conferenciante: Juan Carlos Carvajal Blanco, sacerdote de la diócesis de Madrid, licenciado en Teología catequética por la Facultad de Teología de San Dámaso y doctor en Teología dogmática por la Universidad Pontificia de Salamanca. Actualmente compagina su cargo de consiliario diocesano de las Hermandades del Trabajo de Madrid, con la docencia en la Facultad de Teología de San Dámaso en materias de Teología Pastoral y de Pedagogía catequética. Es autor de varios libros y de múltiples artículos en revistas especializadas. Además es director de la revista "Teología y Catequesis

martes, 18 de febrero de 2014

RETIRO DE CUARESMA CON JÓVENES. DELEGACIÓN DE JUVENTUD


Imágenes integradas 1

La Delegación Episcopal de Juventud organiza como en años anteriores un Retiro de Cuaresma con jóvenes, que tendrá lugar en El Centenillo, los días 7, 8 y 9 de marzo.
Tenéis toda la información necesaria en el siguiente enlace: http://descubre.es/retiro-de-cuaresma-2014-busco-tu-rostro-senor/

Animad a todos los jóvenes a los que les pueda interesar, porque les puede hacer mucho bien.



REUNION DE TARSICIOS


III CENTENARIO DE LA CUSTODIA


Desde la Junta Administrativa de la Santa Iglesia Catedral de Baeza, se informa que con motivo de la Exaltación Eucarística y Presentación del Cartel y Actos del III Centenario de la Magna Custodia Procesional, que tendrá lugar el próximo sábado día 22 de febrero a las 20.30 horas, se podrán retirar las invitaciones para el acceso al Teatro Montemar, el próximo miércoles día 19 de febrero a partir de las 20 horas en la sede de la Agrupación de Cofradías de Baeza.

Sin otro particular, recibid un cordial saludo,
Rafael Perales.
Secretario de la Agrupación de Cofradías

domingo, 16 de febrero de 2014

CARTAS A JESÚS DE NAZARET

Carta decimotercera a Jesús de Nazaret.
Domingo VI del T. Ordinario (16-2-2014)
Evangelio. Mateo 5, 20-37



S
eñor: Comienzo la carta desconcertado. Leo tu evangelio de hoy y me asaltan las preguntas que paso a continuación:
    
- ¿Tiene nuestro mundo remedio? 
- ¿Podrá, alguna vez, llegar a ser tierra donde se implante el Reino de Dios?  
- Tu presencia entre nosotros, lo mucho que hiciste por los hombres, la buena herencia que nos dejaste cuando subiste al Padre, ¿no sirvió?   
- ¿Fue insuficiente y requiere mucho más?
– Y ¿qué puede ser ese mucho más?

 *Nos recuerdas, una vez más, la prohibición de  MATAR. Pero, Señor ¡si cada día se cuentan por miles los inocentes asesinados!

 *Mandas NO COMETERAS ADULTERIO. Y me encuentro que nuestra sociedad exhibe el adulterio como gala, y hasta le pone imágenes bellas, y lo publica en los medios de comunicación más populares.     
  
 Dices, de manera categórica: NO JURARÁS EN FALSO Y CUMPLIRÁS TUS
VOTOS”. Señor: ¡No se puede acceder a un cargo de responsabilidad sin exigir juramento! ¡Las campañas para optar a ser dirigentes del bienestar de los pueblos, se basan sobre promesas que no se cumplen!
-Terminas diciendo: “HAY QUE DECIR “SI” O “NO”- LO QUE PASA DE AHÍ, VIENE DEL MALIGNO.  El mal se extiende sobre nosotros como “manto de piel negra de cabra”

Renuncio a ser pesimista. Creo en ti, y porque creo en ti, espero que tu venida a nosotros, con la que te convertiste en ciudadano del mundo, lo salve.  
Tu enseñanza y ejemplo, que pertenecen a nuestra Historia, actuarán de levadura transformadora. 
                                                                                                                          
Estoy seguro que tu muerte  redentora, terminará con el mal que nos ahoga, como tu resurrección trocó nuestra muerte en vida nueva y plenamente feliz.

Al subir al Padre, no nos dejaste huérfanos. Nos dejaste la herencia de tu Iglesia, con la misión de ser levadura y luz.

Te quedaste viviendo entre nosotros y garantizas la eficacia

Soy poca cosa, pero seguiré trabajando en tu mismo proyecto.

No dejaré de gritar llamando a otros a engrosar la lista de los “trabajadores de tu viña.”

Con afecto y adoración. Bartolomé Menor.