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lunes, 1 de febrero de 2010

REFLEXION CON MOTIVO DEL OCTAVO DIA DE NOVENA DE LA VIRGEN DE LA PAZ

1 comentario:

EMC dijo...

En este último día de novena me atrevo hacer unas propuestas a nuestra parroquia de El Salvador y a nuestro párroco D. Mariano. He observado que durante las tardes son muchos los niños, padres y abuelos que pasan por la puerta de la Iglesia tanto niños para ir a catequesis como padres y abuelos que van a recoger a sus hijos o nietos, y me da pena que ésta esté cerrada. También me consta que D. Mariano se encuentra dentro en el despacho trabajando, y no sé si sería un disparate que durante el tiempo que estuviese allí abriera la Iglesia para darle la oportunidad a niños, padres y abuelos para que entrasen a hacerle una visita al Señor y rezarle, sería una forma de que los niños viesen que la Iglesia no es solo para ir a misa los domingos.

Otra cuestión que me preocupa es el olvidado sacramento de la Penitencia ,que tan necesario es para reconciliarse con Dios y poder recibir la Eucaristía dignamente. Echo en falta un horario para confesiones, ya sé que lo hay media hora antes de misa, pero coincide con el horario de despacho, y es casi imposible que no haya nadie en el despacho en ese tiempo. También echo de menos la Celebración Comunitaria de la Penitencia, ya sé que éramos pocos los asistentes, pero quizás uno de los impedimentos sea el horario, demasiado tarde. Pido a nuestro párroco D. Mariano que predique este sacramento, que dedique una tarde a la semana para confesar a niños y a todo el que lo necesite, que tenga la paciencia del Santo Cura de Ars, por el cual se celebra este Año Sacerdotal, y permanezca en el confesionario esperando a los hijos pródigos que deseen volver al Padre.

San Juan Mª Vianney, Cura de Ars decía: Cuando el sacerdote da la absolución, no hay más que pensar en una cosa: que la sangre del buen Dios corre por nuestra alma lavándola y embelleciéndola como era después del Bautismo.

Que Dios bendiga a esta Parroquia y a su pastor, nos conceda nuevas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada y nos haga crecer en Amor y Unidad.