CARTA PASTORAL
LOS
CONTEMPLATIVOS EVANGELIZAN ORANDO
Queridos
fieles diocesanos:
Jornada “Pro Orantibus”
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Son
las monjas y monjes que oran día y noche por todo el Pueblo de Dios, por
nosotros y todos los seres humanos, aunque no nos lo digan. Desde su silencio monacal
nos invitan a experimentar en nuestro interior el misterio insondable de Dios
amor.
Dijo
el Papa Benedicto XVI en una ocasión que: “El
mundo de hoy necesita personas que hablen a Dios para poder hablar de Dios…
Sólo a través de hombres y mujeres modelados por la presencia de Dios, la
Palabra de Dios continuará su camino en el mundo dando sus frutos”[1].
“Evangelizar: “orando”
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En
realidad, las monjas y monjes, donde su oración personal y comunitaria, son los
primeros evangelizadores como “orantes”, mucho más que por lo que pueden hacer
en su actividad a favor de la evangelización.
Como
escribió san Juan Pablo II en su Exhortación Apostólica Vita consecrata: “la
aportación específica que los consagrados y consagradas ofrecen a la
evangelización está, ante todo, en el testimonio de una vida totalmente
entregada a Dios y a los hermanos, a imitación del Salvador que, por amor al
hombre, se hizo siervo”[3].
Especial recuerdo para tres Monasterios de la Diócesis
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La
Comunidad de MM. Agustinas Recoletas,
en Baeza, recordarán de forma especial, en esta misma Jornada, el cincuenta aniversario de la muerte de la
Venerable Sor Mónica, Religiosa de aquel Monasterio. Nos unimos, asimismo, en
este recuerdo y nos encomendamos a la intercesión de esta religiosa que tanto
sobresalió en la virtud.
El
próximo 15 de octubre abrimos los actos del Año Jubilar, en honor a Santa
Teresa de Jesús, en el quinientos
aniversario de su nacimiento. Será una circunstancia especial para
acercarnos y seguir aprendiendo de esta Doctora de la Iglesia y acercarnos al Carmelo de su Fundación, en
Beas de Segura.
4.
Informen, por favor, especialmente los sacerdotes y colaboradores más directos
en las tareas pastorales a favor de la evangelización, a los adolescentes y jóvenes sobre todo de la verdad y alcance de
la vida monástica. Ojalá pudieran visitar alguno de los veinte monasterios
ubicados en la Diócesis de Jaén para que conozcan y pregunten por qué las monjas viven de esa forma.
Sabemos
que es una de las respuestas del bautizado a su vocación. La clausura facilita
vivirla con todas las consecuencias porque se fija la mirada únicamente en las
realidades invisibles, que son eternas, (Cf. 2 Cor 4, 18), en espera de la manifestación
gloriosa de Dios (cf. Tt. 2, 13).
El
contemplativo busca sólo a Cristo y no antepone nada a su amor. Son como oasis
de vida ascética y de fraternidad. Oran por toda la Iglesia y anuncian así el
evangelio de Jesucristo en sus vidas. ¡Benditas vocaciones! Oremos por ellas.
Con
mi afecto en el Señor.
X
Ramón del Hoyo López
Obispo de Jaén
[1] Benedicto XVI, a los participantes de un Encuentro organizado por el Pontificio
Consejo para la Nueva Evangelización, en Roma, el 16 de octubre de 2011.
[2] Cf. Papa Francisco, Ext. Apsot. Evangelii
Gaudium, nº 281.
[3] San Juan Pablo II, Exh. Apost. Vita consecrata, nº 76.
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