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jueves, 7 de junio de 2012

EQUIPOS DE NUESTRA SEÑORA BAEZA – 1



El pasado domingo nos reunimos para concluir este curso con el Tema 8 de nuestro cuaderno de trabajo, que lleva por título, “La misión de los Equipos”.
En este tema se nos incita a los matrimonios al anuncio, a ser apóstoles  del sacramento del matrimonio. Con todas las limitaciones y debilidades de la fragilidad humana, “los esposos no cesan un solo instante de ser anuncio vivo, encarnado, de la misericordia del Padre, de la redención de Cristo, de la fuerza del Espíritu Santo”. No gozan de una condición privilegiada con relación a otros seres humanos: su fidelidad es puesta a prueba día a día, su camino se recorre siempre entre dificultades, a veces pesadas. Pero el apóstol Pablo diría que en esa debilidad, se revela la gracia. Las heridas del pecado pueden curarse con la misericordia, la salvación de Jesús devuelve la esperanza y la voluntad de emprender el camino, el poder del Espíritu impulsa a testimoniar la fe con renovadas fuerzas. En las situaciones dolorosas de sufrimiento y de incomprensión, el amor del Señor que cura, puede revelarse siempre, y por esta experiencia el matrimonio comprende que puede convertirse en un testimonio vivo.
La oración la hicimos con el Salmo 102. D. Mariano como acostumbra nos hizo la enseñanza de este Salmo: este salmo nos invita  a la bendición, la palabra bendición significa decir bien de alguien, en esta ocasión decir bien de nuestro Dios. El salmo nos invita a hacer un ejercicio de memoria histórica personal, andar nuestra historia personal de vida de fe, de cómo Dios se ha manifestado en mi vida, y desde esas manifestaciones, de esas presencias salvadoras, vivificadoras, alentadoras bendecirle y darle gracias. Lo que nos hace caer también este salmo es la experiencia de amor y misericordia. La experiencia del perdón es lo verdaderamente marca a la persona. Lo que uno recuerda cuando mira el pasado es a las personas que te han amado, personas que pueden ser tu amigos, tu mujer, tu familia…… y también tenemos en el centro ese Amor de los Amores, ese amor entre todos los amores de nuestra vida es, el Amor de Dios. Y el amor se manifiesta en la comprensión, en la aceptación del otro tal como es, por eso dice el salmo, el Señor sabe bien que estamos hechos de barro, por eso ni se asusta ni se escandalizado de nuestros pecados. Si Dios se hubiera espantado, escandalizado de nuestros pecados, hubiera tenido una solución bien fácil, en vez de redimirnos y salvarnos nos hubiera destruido, el ser humano hubiera desaparecido de la faz de la tierra. Pero sin embargo esa no es la voluntad de Dios, la voluntad de Dios es siempre salvífica. Por tanto si Dios no destruye al hombre es porque acepta que es de barro. San Juan de Ávila hace una oración a Dios crucificado y dice que Dios Padre ve al hombre a través de las llagas de su Hijo Jesucristo. Ve a través del sufrimiento del Hijo que se entrega para salvar al mundo. El salmo nos ayuda a centrar lo que es la vida, si a mí quien me salva es Dios, debo obediencia, respeto, amor a Dios que es el que me salva. Si es Dios quien te salva bendícelo, alábalo y ser su testigo, es la misión de los cristianos.
Antes de terminar la reunión con la oración del Magníficat, votamos al matrimonio responsable para el próximo curso, y salieron elegidos Conchi y Ramón. Damos gracias a Dios por esta elección, y le pedimos que les ayude para hacer este servicio al Movimiento y a la Iglesia.

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