El pasado domingo nos volvimos a reunir con un nuevo tema de estudio, "Reunidos en nombre de Cristo". Nos reunimos en nombre de Cristo porque somos una comunidad cristiana que nos reunimos para encontrarlo, porque creemos en su promesa: "Os digo también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir cualquier cosa, mi Padre del cielo se lo concederá. Pues donde dos o tres estén reunidos en mi Nombre, allí estoy yo, en medio de ellos (Mt 18,19-20). En "Nombre de Cristo", esto es lo importante, convocados por Él, respondemos a su llamada y estamos juntos "en su nombre". Nos reunimos porque queremos convertirnos, a ejemplo de las primeras comunidades cristianas, en una verdadera comunidad de fe, transformada por el Espíritu Santo. Responder a la llamada de Jesús: "Ven y sígueme". El objetivo de nuestra Reunión Mensual de Equipo es encontrar y seguir a Jesucristo. Si Cristo nos reúne es porque quiere transmitir algo muy importante para Él y para nosotros: revelarnos y comunicarnos el amor que Él recibe del Padre y en el cual nos envuelve a todos los hombres para que podamos testimoniar y transmitir ese mismo amor a los otros y al mundo que nos rodea.
Para hacer la oración nos apoyamos en el texto del Evangelio de San Juan 6,35-40, de donde salieron nuestras reflexiones, peticiones y acción de gracias. D. Mariano nos hizo la reflexión. Nos habló de cómo el pueblo de Israel paso hambre y sed en el desierto en busca de la Tierra Prometida, y como Dios sació esa sed y esa hambre, con la fuente de Meribá y con el maná, maná significa "el pan bajado del cielo". Aquello era figura de lo que tendría que venir, el Pan de Vida, que ahora es más, es un alimento que sacia interiormente, "el que venga a mí no tendrá más sed", el hombre y la sed de su presencia ha estado siempre en el contexto presente, pasado y futuro. El que entra en comunión con Jesucristo experimenta la paz y esperanza salvífica. El Pan de Vida es para todos, pero algunos no creen. También está la duda de que sea Pan de Vida, si lo creyésemos firmemente pediríamos de ese pan. El pan es para todos y Jesucristo se abre a todos, "no he venido a hacer mi voluntad, sino la de mi Padre", entrar en el Pan de Vida es aceptar la voluntad del Padre, cada uno en nuestra familia, matrimonio, hacer lo que Dios desea, que no se pierda ninguno de los que se nos han entregado, nosotros tenemos la misión de salvar, sino quieren que no sea porque nosotros no creamos en aquellos que se nos han confiado. Los que entramos en el Pan de Vida tenemos experiencia de vida eterna, gustamos ya en la tierra lo que nos tiene que venir, cuando se corra el velo y entremos en plena comunión en el Reino de Paz y Justicia, Felicidad y Amor. Vivir en toda plenitud, vivir con ese telón de fondo de eternidad, "el que crea en mí ya tiene la vida eterna". Todo lo podemos experimentar siempre y cuando entremos en comunión de Pan de Vida, si nos privamos del Pan de Vida estamos privando nuestra existencia. Que nosotros tengamos claro la existencia en el Pan de Vida y pidamos que nunca nos falte este Pan.
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