DECÁLOGO DE LA ACOGIDA A INMIGRANTES POR LA PARROQUIA EN LA CAMPAÑA DE LA ACEITUNA. DIÓCESIS DE JAÉN.

1. Antes de nada hay que CONOCER a las personas inmigrantes que vienen a la localidad. Para ello hay una primera fase de ACERCAMIENTO a ellas por parte de la parroquia.
2. En segundo lugar, se debe establecer un DIÁLOGO con las personas de modo que se conozcan las circunstancias en las que vienen, cuánto tiempo en España, de dónde son, dónde están viviendo, en qué condiciones están trabajando, etc. (esta fase es muy importante, y a menudo se omite)
3. En tercer lugar, es importante INFORMARLES de la realidad del pueblo o ciudad si es la primera vez que vienen (si hay mucho o poco trabajo, con qué recursos cuentan :albergue, pensión, ropero, comidas…; si hay posibilidad de alquiler, etc).
4. En cuarto lugar, sería conveniente un ACOMPAÑAMIENTO. Para ello hay que establecer un CONTACTO. Lo más habitual es intercambiar los móviles para poder estar comunicados por si pudiera surgir algún tipo de necesidad más adelante.
5. En quinto lugar, si por circunstancias se mantiene el contacto, sería muy enriquecedor propiciar espacios de ENCUENTRO. Este tipo de espacio se caracteriza por: favorecer la confianza mutua, las relaciones de igual a igual, el intercambio cultural, el descanso y el esparcimiento. Un ejemplo de esto podría ser la organización de clases de español.
6. En sexto lugar, una vez que se tiene una cierta confianza con el inmigrante, hay que desarrollar la capacidad de MEDIACIÓN. Es decir, establecer puentes de confianza entre los distintos colectivos de la localidad: con los patronos, con el ayuntamiento, con las fuerzas de seguridad,  con las organizaciones de ayuda, con la comunidad parroquial,  con la población en general.
7. En séptimo lugar, se debe estar muy atento para DENUNCIAR aquellas situaciones en las que el inmigrante sufra cualquier tipo de abuso o explotación por parte de personas o colectivos. Para ello es muy importante que se les dé a conocer cuáles son sus DERECHOS y con qué apoyos cuenta para que se cumplan.
8. En octavo lugar, se debe dejar plena LIBERTAD a la persona inmigrante para optar o no por los medios de ayuda que se lo ofrecen, de modo que siempre sea el protagonista de sus propias decisiones.
9. En noveno lugar, no se debe olvidar que cualquier asistencia directa al inmigrante no debería darse antes del PROCESO anterior, y con todo serían pocos los casos en que habría que recurrir a ella.
10. En décimo y último lugar, es muy importante recordar que partimos de una realidad de injusticia previa respecto al colectivo inmigrante, dado por la LEY DE EXTRANJERÍA vigente y una política migratoria europea que atenta contra los derechos humanos.