28 DE ENERO, QUINTO
DÍA DE NOVENA
SALUDO INICIAL
V/.
En
el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu Santo.
R/. Amén.
V/.
Que
la paz del Señor esté con todo vosotros.
R/. Y
con tu espíritu.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Gracias te damos Padre, por la Virgen de la Paz, Madre de
tu Divino Hijo, Mujer dócil a tu Santo Espíritu.
Intercede por nosotros, pecadores, Madre de la Paz
bendita para que podamos conseguir la paz verdadera que procede sólo de tu Hijo
Jesucristo, Príncipe de la Paz.
Concédenos, Señor, por esta novena, espíritu de piedad,
reflexión profunda, conversión de vida, renovación de la fe, deseos de santidad
y un amor grande a Dios, a la Iglesia, y a los hermanos.
Junto a la Virgen
de la Paz, sea nuestra alabanza y gloria a Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
+
Virgen de la Paz, Hija de Dios Padre: Dios te salve María, llena eres de
gracia….y Gloria.
+
Virgen de la Paz, Madre de Dios Hijo: Dios te salve María, llena eres de
gracia….y Gloria.
+
Virgen de la Paz, Esposa de Dios Espíritu Santo: Dios te salve María, llena
eres de gracia…y Gloria.
REFLEXIÓN
LA VIRGEN MARÍA, MADRE DE DIOS
“Llamada en los
evangelios la Madre de Jesús, María es aclamada bajo el impulso del Espíritu
Santo como la madre de mí Señor desde antes del nacimiento de su hijo.
En efecto, aquel
que ella concibió como hombre, por obra del Espíritu Santo, y que se ha hecho verdaderamente
su Hijo según la carne, no es otro que el Hijo eterno del Padre, la segunda
persona de la Santísima Trinidad. La Iglesia confiesa que María es
verdaderamente la Madre de Dios” (CIC 495)
Virgen de la Paz, tu sagrada imagen en nuestro templo de
El Salvador nos recuerda cada día tu maternidad. Tu rostro feliz, tu mirada
profunda, refleja la paz que te da título. La respuesta a todo la encontramos
en tu corazón, donde se apoya la imagen de tu Divino Hijo, aun niño. Santa
María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
(Reflexionamos unos minutos en
silencio)
Madre y Reina de la Paz, te encomiendo con todo fervor y
confianza la intención particular por la que ofrezco esta novena. Preséntala
ante Jesucristo tu Hijo, mi Señor y Salvador. Si conviene y es para mayor
gloria de Dios y bien nuestro que se cumpla y si no que sea la voluntad de Dios
Padre en la tierra como en el cielo. Amén.
(En silencio presentamos la
intención de la novena)
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Virgen de la
Paz, Madre de amor, al asomarnos cada día al espejo limpísimo de tu vida, vemos
reflejadas todas las virtudes y gracias que Dios te ha concedido, llenando así
de paz nuestras vidas con tan hermosa luz.
Confiamos en tu
eficaz mediación, para mantenernos fieles en la fe, a pesar de nuestras
debilidades y pruebas, amando a Dios y al prójimo como Iglesia viva,
construyendo el Reino de Dios, Reino de Paz, como es voluntad de tu Hijo
Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
GOZOS DE LA VIRGEN DE LA PAZ
Para
todos los días de novena:
Pues fuiste en
paz engendrada
Para nuestra
medianera,
Dadnos la paz
verdadera,
Virgen de la paz
sagrada.
Día quinto de novena:
Tan grande virtud se encierra
En tu nombre sacrosanto,
Que al infierno causa espanto
Y llena de paz la tierra
Y pues es continúa guerra,
Esta vida tan cansada,
Dadnos la paz verdadera
Virgen de la paz sagrada.
CONCLUSIÓN
V/.
Ave
María Purísima
R/. Sin
pecado concebida
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