Padre Dios,
te ofrecemos nuestra oración agradecida
por medio de Jesucristo, tu Hijo
y movidos por el Espíritu Santo,
poniendo como intercesora buena
a nuestra Madre María,
la llena de Gracia y elegida por tí
para ser la Madre de tu Hijo.
Gracias Padre porque estamos reunidos un año más
para anunciar los días más importantes del año
cristiano.
Gracias por darnos una nueva oportunidad de vivir
nuestra salvación,
Gracias Padre, por la fe y por la vida en comunión con
los hermanos
en el seno de la Iglesia, madre y maestra.
Gracias por tu amor, por tu providencia y por tu
misericordia.
Te pedimos en esta noche tan importante para las Cofradías
y Hermandades
que la Cuaresma nos haya preparado eficazmente.
Ofrecemos nuestra oración por la paz y concordia entre
las naciones,
por los que sufren a causa de los abusos de los
poderosos,
por nuestro país y en especial por los que padecen las
consecuencias
de estos tiempo
difíciles,
por los enfermos del cuerpo y del alma.
En este año de las vocaciones cristianas en nuestra
Diócesis de Jaén
te rogamos suscites hombres y mujeres de espíritu vivo
que desde la vocación matrimonial,
desde la vocación sacerdotal,
desde la vocación consagrada,
sean testigos de tu Hijo Jesucristo con palabras y
obras.
Que nuestros niños y jóvenes sean educados en la
verdad,
en los valores perennes y sólidos de la fe,
en la apertura a la llamada de Dios,
en el respeto a la diversidad, en la defensa del don
inviolable de la vida,
en una vida comprometida, honrada, seria y
radical que ponga en entre dicho
la mentira, la hipocresía y la corrupción del momento actual.
Nos ponemos en tus manos con docilidad
y confiamos en tu corazón paterno
que sabe conducirnos siempre
hacia el horizonte mejor.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
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