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jueves, 24 de febrero de 2011

EQUIPOS DE NUESTRA SEÑORA BAEZA-1


El pasado domingo nos reunimos con el tema de estudio “Compartimos nuestra vida espiritual”. A esta parte de la reunión la llamamos “Participación”. En esta participación hay unos puntos de esfuerzo que el Movimiento nos propone a los matrimonios para mejorar la calidad de nuestra vida espiritual y promover cambios en nuestras actitudes personales y conyugales. Profundizar en la experiencia de la ayuda mutua espiritual entre los matrimonios. La vida de equipo nos hace compañeros de camino rumbo a la santidad. La existencia de la Participación entre los matrimonios es una señal de que el equipo quiere ser una comunidad viva, donde cada matrimonio se siente responsable de la santificación de sus compañeros. En un equipo la vida espiritual de cada uno se encuentra en un estado diferente y evoluciona a su propio ritmo. Es fundamental que se acepte esta diversidad, para que todos puedan hablar de sí mismos y de su vida con confianza y libertad. Las experiencias, las dificultades y los progresos compartidos pueden ayudar a los otros a continuar en su propio camino de fe. En esta reunión hicimos la oración con el texto de Col 3,12-14, un texto muy en concordancia con el evangelio de este domingo. D. Mariano nos hizo la reflexión influido por el viaje a Polonia que ha realizado. Nos habló de un Viacrucis realizado por un autor polaco converso, nos describió algunas de las pinturas de este Viacrucis, en ellas se preguntaba, ¿porqué Jesús permite el sufrimiento de los hombres, las injusticias?, el silencio de Dios.

Desde la libertad que Dios da al hombre también permite el mal, porque Dios ama hasta a los que hacen el mal. Esta es la cruz que le tira al suelo, lo aplasta, Dios ama. Ese es el amor que nosotros tenemos que buscar. ¿Cómo podemos entender el evangelio de hoy?, al que te abofetee la mejilla ponle la otra, perdona a tu enemigo…….La solución, como Dios nos perdonó, como Dios nos amó, tienes que pasar por la cruz y el amor. Mientras se hace el mal se tiene que estar amando al que lo hace. Nosotros queremos una respuesta rápida a la injusticia, verla ya, pero Dios tiene paciencia, comprensión. Nosotros tenemos prisa, Dios no tiene prisa. Por nosotros mismos nada de esto podemos conseguir, ni la Virgen por sí misma, sino por mérito de Jesucristo. No podemos perdonar, ser comprensivos, amar sin Dios. No podemos tener ese amor Divino si Dios no nos lo da. En un mundo con Dios podemos ver la luz, vivir en esa verdad.

Pedimos que sea Dios quien organice nuestra vida, que tengamos fe, y si nos toca sufrir que nos dejemos amar. En esa presencia total de Dios en nuestra vida encontraremos la felicidad.

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