Y... ¡la fiesta no acaba!
Muchas son los que pasaron por las clases de este colegio, muchos son los que tuvieron aquí sus primeros aprendizajes y muchos y muchas son los que no quieren dejar de recordar su primer colegio. ¡Qué bueno el saber que no nos olvidan!
Llega la tarde del día 27, nuestro segundo día de fiesta. Se acerca la hora y comienzan los preparativos. La mesa ya está lista y la misa a punto de comenzar. Son momentos bonitos, agradables, de buenos recuerdos.
A mí me alegra mucho descubrir generaciones y generaciones que no han perdido el contacto con nosotras. Sus deseos de “volver al colegio” nos hace sentir vivo el espíritu filipense. Hay que resaltar este año el encuentro con generaciones jovencitas, de los que hace poco más de 3 años que salieron del colegio. ¡Qué alegría verlos aquí!
Entonamos nuestros cantos, con voces casi “cascaditas” (seguro por haber estado calladitas estos días), y comenzamos a celebrar la eucaristía de acción de gracias por las religiosas filipenses y profesores que han pasado por aquí. Para finalizar, un hermosísimo repertorio de himnos, creo que no nos dejamos ninguno.
Gracias a todos y todas las personas que no olvidáis vuestro paso por el colegio.
Muchas son los que pasaron por las clases de este colegio, muchos son los que tuvieron aquí sus primeros aprendizajes y muchos y muchas son los que no quieren dejar de recordar su primer colegio. ¡Qué bueno el saber que no nos olvidan!
Llega la tarde del día 27, nuestro segundo día de fiesta. Se acerca la hora y comienzan los preparativos. La mesa ya está lista y la misa a punto de comenzar. Son momentos bonitos, agradables, de buenos recuerdos.
A mí me alegra mucho descubrir generaciones y generaciones que no han perdido el contacto con nosotras. Sus deseos de “volver al colegio” nos hace sentir vivo el espíritu filipense. Hay que resaltar este año el encuentro con generaciones jovencitas, de los que hace poco más de 3 años que salieron del colegio. ¡Qué alegría verlos aquí!
Entonamos nuestros cantos, con voces casi “cascaditas” (seguro por haber estado calladitas estos días), y comenzamos a celebrar la eucaristía de acción de gracias por las religiosas filipenses y profesores que han pasado por aquí. Para finalizar, un hermosísimo repertorio de himnos, creo que no nos dejamos ninguno.
Gracias a todos y todas las personas que no olvidáis vuestro paso por el colegio.
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