"Suena el despertador, llega la hora, ¡tocan a fiesta! ¡Es 26 de Mayo! ¡Llegó San Felipe Neri!"
Queridos amigos del blog, un año más queremos compartir con vosotros nuestros días de fiesta. Comenzamos la semana filipense en honor a nuestro patrón, San Felipe Neri. Y... qué mejor que empezar con una hermosa eucaristía llena de color, música, alegría y, tengo que decir, bastante respeto y atención a lo que estábamos viviendo y celebrando si pensamos que eran niños entre los 3 y los 12 años.
Nuestro párroco, Mariano, accedió gustosamente a celebrar la eucaristía con nosotros, ayudándonos a recordar el espíritu filipense: alegría, oración, sencillez, libertad, amor a María; espíritu, que hay que decir, se palpa en cada uno de nuestros niños. Claro, ya lo decía San Felipe, "no se hace santo uno en 4 días". Por eso también decimos que nos queda mucho camino por recorrer. San Felipe, con su vida, fue capaz de ser testimonio de alegría, con su gusto por la música, la danza, su buen humor (tan necesarios en nuestro mundo de hoy) hizo que en Roma lo llamaran el Santo de la Alegría.
Al finalizar la Eucaristía los niños del colegio nos expresaban:
“Al llegar la primavera nuestros corazones se llenan de alegría. En estas fechas es cuando nuestras oraciones van dedicadas, especialmente a María. En estos días celebramos que queremos ser como nuestro Patrón, San Felipe Neri, que con su oración y ejemplo demostraba su amor a María. Salgamos después todos en procesión, para demostrar a los vecinos de nuestro pueblo que queremos ser como Pipo el Bueno. Esperamos que participéis con: La alegría de querer ser sonrisa de Dios. Haciendo oración, escuchando a Dios y confiando en Él. Sabiendo perdonar con humildad. Amando a todo el mundo. Utilizando nuestra libertad para elegir el AMOR”.
Con estas palabras nos pusimos en camino para la procesión con nuestro patrón. Acto que fue mejorando en organización y disfrute de todos. Los pequeños músicos de nuestro colegio, con mucho entusiasmo e interés, acompañaban con sus melodías, el resto de niños lo hacíamos con nuestros cantos.
Finalizamos la mañana con un desayuno, ya tradicional, que fue el bollo de chocolate, para después encontrarnos todos de nuevo en el patio de columnas a continuar la fiesta: los niños demostraron su gran arte para la música y la simpatía, los profesores nos dieron lecciones del buen baile y todos unidos hicimos del fin del día un grato recuerdo.
“¿Oh Señor que eres tan adorable y me has mandado a amarte, por qué me diste tan sólo un corazón y este pequeño? -San Felipe Neri-
Queridos amigos del blog, un año más queremos compartir con vosotros nuestros días de fiesta. Comenzamos la semana filipense en honor a nuestro patrón, San Felipe Neri. Y... qué mejor que empezar con una hermosa eucaristía llena de color, música, alegría y, tengo que decir, bastante respeto y atención a lo que estábamos viviendo y celebrando si pensamos que eran niños entre los 3 y los 12 años.
Nuestro párroco, Mariano, accedió gustosamente a celebrar la eucaristía con nosotros, ayudándonos a recordar el espíritu filipense: alegría, oración, sencillez, libertad, amor a María; espíritu, que hay que decir, se palpa en cada uno de nuestros niños. Claro, ya lo decía San Felipe, "no se hace santo uno en 4 días". Por eso también decimos que nos queda mucho camino por recorrer. San Felipe, con su vida, fue capaz de ser testimonio de alegría, con su gusto por la música, la danza, su buen humor (tan necesarios en nuestro mundo de hoy) hizo que en Roma lo llamaran el Santo de la Alegría.
Al finalizar la Eucaristía los niños del colegio nos expresaban:
“Al llegar la primavera nuestros corazones se llenan de alegría. En estas fechas es cuando nuestras oraciones van dedicadas, especialmente a María. En estos días celebramos que queremos ser como nuestro Patrón, San Felipe Neri, que con su oración y ejemplo demostraba su amor a María. Salgamos después todos en procesión, para demostrar a los vecinos de nuestro pueblo que queremos ser como Pipo el Bueno. Esperamos que participéis con: La alegría de querer ser sonrisa de Dios. Haciendo oración, escuchando a Dios y confiando en Él. Sabiendo perdonar con humildad. Amando a todo el mundo. Utilizando nuestra libertad para elegir el AMOR”.
Con estas palabras nos pusimos en camino para la procesión con nuestro patrón. Acto que fue mejorando en organización y disfrute de todos. Los pequeños músicos de nuestro colegio, con mucho entusiasmo e interés, acompañaban con sus melodías, el resto de niños lo hacíamos con nuestros cantos.
Finalizamos la mañana con un desayuno, ya tradicional, que fue el bollo de chocolate, para después encontrarnos todos de nuevo en el patio de columnas a continuar la fiesta: los niños demostraron su gran arte para la música y la simpatía, los profesores nos dieron lecciones del buen baile y todos unidos hicimos del fin del día un grato recuerdo.
“¿Oh Señor que eres tan adorable y me has mandado a amarte, por qué me diste tan sólo un corazón y este pequeño? -San Felipe Neri-
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