Con este lema, un grupo de jóvenes y monitores filipenses celebramos un encuentro al que llamamos Pre-pascua. Tratamos de aprender a vivir y celebrar el misterio central de la fe cristiana: la Pascua, en un ambiente joven, rescatando el valor de lo simbólico, aprovechando los elementos de la liturgia, con el fin de poder luego vivirlo en sus comunidades de referencia (Villagarcía de Arousa-Pontevedra, Palencia, Madrid, Alcalá de Henares, Sevilla y Baeza).
En el ritmo del encuentro nos unimos a nuestra parroquia de El Salvador para celebrar el Domingo de Ramos. Jesús en este día de Ramos, como en aquel tiempo, quiso entrar triunfante en el corazón de todos, quiso la alabanza y la alegría de los niños, quiso ser aclamado por los limpios de corazón, por los que practican la misericordia y le buscan en espíritu y en verdad. Unidos como Iglesia elevamos nuestras palmas y con ellas el reconocimiento verdadero a un Dios que salva; cantamos hosanna al verdadero testigo de la palabra, al que cumple la voluntad del Padre. Queremos seguir con Él hasta la cruz y llevar nuestras cruces con la misma fuerza con que lo hizo Él.
Seamos testigos vivos de la FE que profesamos, del Dios en que creemos, vivamos como hermanos.
En el ritmo del encuentro nos unimos a nuestra parroquia de El Salvador para celebrar el Domingo de Ramos. Jesús en este día de Ramos, como en aquel tiempo, quiso entrar triunfante en el corazón de todos, quiso la alabanza y la alegría de los niños, quiso ser aclamado por los limpios de corazón, por los que practican la misericordia y le buscan en espíritu y en verdad. Unidos como Iglesia elevamos nuestras palmas y con ellas el reconocimiento verdadero a un Dios que salva; cantamos hosanna al verdadero testigo de la palabra, al que cumple la voluntad del Padre. Queremos seguir con Él hasta la cruz y llevar nuestras cruces con la misma fuerza con que lo hizo Él.
Seamos testigos vivos de la FE que profesamos, del Dios en que creemos, vivamos como hermanos.
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