Se ha clausurado el curso del movimiento familiar
de los Equipos de Nuestra Señora de Jaén en las parroquias de Santa María de
Alcaudete y en la Santa Cruz de Linares en el que junto con los momentos de
convivencia, de oración compartida, de retiro y reuniones mensuales de equipo
hemos intentado seguir a Cristo en pareja y en equipo.
El equipo no es un fin en sí
mismo. Es un medio al servicio de sus miembros que nos permite ayudarnos
mutuamente con eficacia a caminar hacia el Señor y a dar testimonio de Él.
Durante este curso el tema de estudio ha sido “Atreverse a vivir el
Evangelio. Acoger y cuidar al hombre”. Se nos propuso el gran reto de centrar
todo el esquema de la reunión de equipo en la Palabra de Dios.
Un documento reciente del
Equipo Responsable Internacional nos invita a una mística de la Reunión de
Equipo basa en tres pilares:
- Reunido en nombre de
Cristo, el equipo se vuelve hacia el Padre, para acoger su amor y su voluntad:
“Porque donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, yo estoy presente en medio
de ellos” (Mt 18,30).
- Unido a Cristo, el equipo
comparte el amor de Dios en la ayuda mutua: “Llevad los unos las cargas de los
otros” (Gal 6,2).
- Impulsado por el Espíritu
de Cristo, el equipo envía a sus miembros al mundo para ser testigos de su
amor”. “La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma”.
(Hch 4,32).
La reunión de equipo es un
momento privilegiado de la vida de esta pequeña comunidad. Es un tiempo
especial para compartir, en un ambiente de escucha , de caridad, de amor
fraterno. Reunidos en el nombre del Señor y acompañados por un sacerdote
consiliario los componentes aspiran a vivir la espiritualidad conyugal.
A lo largo de estos meses,
Jesús nos ha propuesto un trabajo interior de transformación personal y es a lo
largo del viaje de cada uno, al cumplir cada etapa, bien señalizada por cada
reunión, como se va haciendo el camino. La alianza que el hogar hace con el
Señor es la garantía de que el verdadero amor resiste y constituye la respuesta
auténtica de una verdadera vocación a la llamada de Dios.
También al finalizar este
año ha habido relevo de los dos matrimonios responsables del Movimiento en
nuestra diócesis ya que han finalizado su servicio de tres cursos. Así Lola
Hermoso- César Comas han pasado la responsabilidad a María Gámez-Manolo
Arroquia y Luisina Hernández-Enrique Senise a Loli García-Ramón Mateos
.En los Equipos, la responsabilidad es una invitación a un amor más grande, y
todas las responsabilidades son una llamada a servir. Cuando Cristo lavó los
pies a sus discípulos, nos mostró una manera diferente de ejercer nuestra
responsabilidad en los ENS, poniéndonos al servicio de nuestros hermanos. La
Responsabilidad se cumple en pareja, es decir los dos cónyuges juntos. Esas se
llevan a cabo con la ayuda de otras parejas, en un equipo de servicio y
asistido por un Sacerdote Consiliario, en un clima de responsabilidad
compartida, de colegialidad y de comunión.
Damos gracias a Nuestra Señora por la alegría de
haber caminado un curso más reunidos en el nombre de su Hijo, por la
alegría que supone encontrarnos con Él y entre nosotros. Bien podemos hacer
nuestras las palabras del Papa Francisco en el número uno de la Exhortación
apostólica “Evangeli gaudium” “LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO” “La alegría del
evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con
Jesús”.
Felices vacaciones haciendo
felices a los demás.
Mª Félix y Pedro F.Criado. ENS
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