Queridos
fieles diocesanos:
Apertura del Año Jubilar
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Lo
hacemos desde este Convento de San José y del Salvador por ser el décimo de los
diecisiete femeninos que fundó esta Santa reformadora de la Orden del Carmelo.
Tuvo lugar en el año 1575 y hemos de agradecer a la Divina Providencia que
encaminara los pasos de la Santa andariega por estas tierras de Jaén. Son pocas
las Diócesis que cuentan con esta gracia.
Comenzó
los trabajos de la Reforma a los 52 años y, en sólo 15, realizó aquella
particular obra, en medio de achaques frecuentes de su salud y no pocas
dificultades, debiendo añadirse al número anterior otros cuatro conventos
reformados de varones.
Reformadora de la Orden del Carmelo
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Durante
su estancia en el Convento de la Encarnación de Ávila, donde había ingresado
como religiosa carmelita en el año 1535, su vida de oración y las luces que fue
recibiendo de quienes la dirigieron y ayudaron, fueron disponiéndola a tomar
esta determinación, fundando conventos pobres, con no muchas monjas, bajo una
clausura rigurosa y observancia estricta, con las virtudes propias de personas
consagradas por entero a Dios.
Mucho
debió orar y meditar en aquel Convento de la Encarnación. Su preocupación por
las doctrinas protestantes de la época y la necesidad de misioneros para
América recién descubierta, provocaron en ella una reacción muy viva que daría
estos frutos. No caminó sola. Siempre procuró poner sus preocupaciones en las manos
de Dios y dejarse orientar en sus pasos de personas sabias y santas, como el
célebre teólogo P. Báñez y del P. Pedro Ibáñez. Mantuvo también contactos, más
o menos frecuentes, con san Francisco de Borja, san Pedro de Alcántara, san
Juan de Ávila y san Juan de la Cruz. Su obra era de Dios y se sirvió de ella
junto a no pocos intermediarios y benefactores.
Lugares para alcanzar la gracia del Jubileo
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A
todos estos conventos de M.M. y P.P. Carmelitas podemos peregrinar, durante el
Año jubilar, para lograr las Indulgencias otorgadas por el Santo Padre, el Papa
Francisco. Las personas enfermas o impedidas podrán hacerlo desde sus casas o
residencia[1].
Para
mayor facilidad podrán obtenerse también estas indulgencias jubilares en las
Catedrales de Jaén y Baeza y en el Santuario de la Santísima Virgen de la
Cabeza, Patrona de la Diócesis, bajo las mismas condiciones.
Santa Teresa nos invita a orar
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Tendríamos
que acercarnos durante este Año Jubilar a sus escritos[2], sobre
todo al Libro de su Vida, profundizar
en su doctrina y en su oración. Esta última es lo más característico de su
vida. Fue para ella como la respiración diaria de su alma. Ella oraba para
conocer mejor a Dios, para amarle más, para obrar y actuar. Une la
contemplación y la acción. No hubiera hecho lo que hizo sin su permanente
oración. Creyó de verdad en su poder.
¡Ojalá
las celebraciones de este Año Jubilar nos ayuden a todos y, su ejemplo, e
intercesión, nos animen a crecer en nuestra unión con el Señor! Todo debe
dejarse a un lado para tratar con Él, nos diría la santa. En Él radica la
fuente de nuestra alegría y entrega.
Con
mi saludo agradecido al Señor.
Jaén, 8 de octubre de 2014
X
Ramón del Hoyo López
Obispo de Jaén
[1] Véanse las condiciones
en el Decreto de fecha 2 de Septiembre de 2014, colgado en la página web del
obispado (http://www.diocesisdejaen.es/)
y que obra en las parroquias.
[2] El libro de la vida; el
Camino de perfección; Meditaciones sobre los Cantares; Moradas del Castillo
interior y Fundaciones.
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