El diablo es un seductor. Por eso, sin darnos cuenta, lo dejamos entrar en nuestras vidas. Y también en la vida de la Iglesia. Para luchar contra el mal, y proteger a la Iglesia el Papa nos pide este octubre que recemos el Rosario a la Virgen María y la oración al Arcángel San Miguel. ¿Nos unimos todos a esta petición?
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