El pasado 7 de mayo de
2014 celebramos en familia el 100 aniversario de vida de mi abuelo Francisco
Martínez Cámara y lo hicimos de la
mejor forma que podemos hacerlo, dando gracias a Dios, Señor de la Vida,
hacedor de todo lo creado. Celebramos con la comunidad parroquial la Eucaristía presidida
por nuestro querido párroco D. Mariano
Cabeza Peralta.
Acompañamos al abuelo
Francisco en este día tan especial: hijos, nietos y biznietos. Todos y
cada uno de ellos participamos activamente en
las moniciones, lecturas, peticiones ofrendas y acción de gracias, teniendo un recuerdo especial a la muy querida
abuela Conce. Y lo hicimos con el
corazón agradecido por todos los
momentos compartidos, unos buenos y otros menos buenos, alegrías y tristezas,
pero siempre unidos entre nosotros y
lo más importante unidos a ti Señor.
Agradecidos por los
100 años vividos con alegría y salud,
por sus 70 años de feliz matrimonio y por el fruto de éste, sus 2 hijos, 5
nietos y 9 biznietos.
Agradecidos por la
familia que tenemos, que disfrutamos
cada día, donde podemos poner en práctica todo el cariño y
los principios que hemos recibido de nuestros abuelos y padres.
De ellos hemos recibido el mejor de los legados, el don de
la fe, y hemos aprendido que Tú Señor
eres el Camino, eres la Verdad y eres la Vida.
Agradecidos por
nuestros padres, por su entrega
generosa y su amor. Gracias por Manolo,
Vicenta, José y Rosa. Durante estos años nos han enseñado con su ejemplo la
importancia de cuidar y acompañar a nuestros mayores en la enfermedad y en la
ancianidad. Hemos aprendido que merece la pena el esfuerzo, el sacrificio, la
disponibilidad. Con tu ayuda y tu fuerza, produce como fruto la
alegría y la paz.
Agradecidos Señor por quedarte con nosotros, por tu presencia
viva y real en el sacramento de la Eucaristía.

Agradecidos a D. Juan José, por el cariño con el que entra cada domingo en la
casa de mi abuelo para llevarle el mejor de los regalos, para llevarte a Ti,
alimento de vida eterna. Constancia,
perseverancia, dedicación. Ni la lluvia, ni
el sol, ni viento y marea han sido obstáculos para
interrumpir su cita semanal, ese momento tan especial, que mi abuelo cada
domingo espera con gran ilusión y alegría.
Agradecidos Jesús por
dejarnos a María como Madre nuestra.
Agradecidos
al coro de la Parroquia, generosamente cantaron y tocaron durante la Misa dando
gloria a Dios.
Una sorpresa que recibió mi abuelo con gran emoción al finalizar la Eucaristía
fue la canción de la Mañanitas cantada
por Jesús, el marido de su nieta Carmen.
Compartimos la cena en
un ambiente familiar, divertido, en el que el abuelo Francisco disfrutó, se emocionó
compartiendo con nosotros graciosas anécdotas y vivencias del pasado. Cantamos todos el
cumpleaños feliz. Con energía y fuerza
apagó todas las velas en un solo soplo.
Se despidió feliz y contento dando gracias a Dios y con el comentario “estoy
preparado para morir cuando Dios quiera, no tengo miedo a la muerte”.
Gracias
Señor por este inolvidable día.
Conchi Martinez
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