La
solidaridad de la provincia jiennense volvió a responder en una cena-gala
organizada por “Mensajeros de la Paz” y “Quesada Solidaria”, que contó con la
presencia del padre Ángel, ejemplo de humanidad y ayuda en las poblaciones más
desfavorecidas. La cita, celebrada en la Ifeja, cumplió su quinto año y a ella
acudieron personalidades como Belinda Washington o Nuria González.

El protagonista indiscutible, sin embargo, fue la figura del padre Ángel, que
durante cincuenta y tres años ha dedicado su vida a mejorar la de los demás.
Washington se refirió a él como “el mejor hombre” que nunca había conocido, y
el clérigo, cuando se dirigió al público, irradió gratitud por la congregación
que allí se dio cita. “Uno se siente feliz y gozoso de estar aquí. Cuando llegué
aquí, el mejor manjar es ver las sonrisas de todos, porque es lo más valioso
que hay. Os pido una cosa: no os acostéis ni un solo día sin pedir perdón ni
dar gracias. Hay que luchar por el bienestar social porque no puede haber ni un
niño que pase hambre. Entre todos estamos haciendo un mundo mejor para los
niños que a veces nadie quiere ni besa”, recalcó el fundador de “Mensajeros de
la Paz”.
Se proyectó un vídeo que mostró imágenes de la actuación del padre Ángel García
y “Mensajeros de la Paz” por los rincones de pobreza del planeta, en los que se
lucha contra la explotación infantil y se contribuye a facilitar la vida de los
autóctonos. “El amor nunca es demasiado”, rezó uno de los mensajes, que
prosiguió con el relato de acciones que se desarrollan, como la liberación de
familias en situación de guerra, ayuda a los mayores o construcción de
infraestructuras, además de colaborar con comedores y bancos de alimentos.
“Todo lo que hacemos se lo debemos a nuestros voluntarios. Gracias por dar”,
concluyó el visionado del metraje.
A continuación, otro vídeo informó sobre los proyectos de la ONG Quesada
Solidaria, sobre todo en Guatemala, donde colabora con el municipio de Quezada,
en el que desarrollan obras sociales y proyectos quirúrgicos, construyen edificios
y permiten a la población más joven tener una oportunidad educativa. Nicaragua
es otro país en el que actúan con el deseo perenne de la mejora.