viernes, 27 de febrero de 2015
miércoles, 25 de febrero de 2015
TRIDUO Y CHARLA CUARESMAL ORGANIZADO POR LA COFRADIA DE LA HUMILDAD
Estimado/a hermano/a cofrade:
De nuevo inmersos en la cuaresma, cuenta atrás para la Pascua
de Resurrección, la Ilustre Cofradía de la Humildad de Nuestro Señor
Jesucristo y Nuestra Señora de los Dolores del Rosario se dispone a
celebrar el Solemne Triduo Cuaresmal en Honor de nuestros Titulares, que tendrá lugar (D.m.) los días 26, 27 y 28 de febrero de 2015, a las 20 horas, en nuestra Parroquia de El Salvador.
Predicarán la Palabra de Dios, Rvdo. Sr. D. Joaquín Rafael Robles
Medina, Párroco de Begíjar–Torreblascopedro y Capellán de la Academia de
Guardias y Suboficiales de la Guardia Civil de Baeza, el día 26 y Rvdo.
Sr. D. Juan Quiles Clájer, Capellán de la Cofradía, los días 27 y 28.
Así mismo el día 27 a las 21 horas en el Salón de Actos de nuestra Casa de Hermandad, tras el segundo día de Triduo, tendrá lugar una Charla Cuaresmal ofrecida por nuestro Capellán.
lunes, 23 de febrero de 2015
ÉXITO DE LA CAMPAÑA DE RECOGIDA DE ALIMENTOS ¡GRACIAS POR COMPARTIR!
Desde aquí agradecer a todas aquellas personas, instituciones, colegios
y hermandades que de una manera u otra han colaborado en la recogida
extraordinaria de alimentos para Cáritas. Han sido un total de 3.564
artículos recogidos en una sola tarde, entre los que cabe destacar 750
litros de leche, 527 kilos de harina, 770 latas de conserva, 165 litros
de aceite, 757 kilos de azúcar, 365 kilos de legumbres y arroz, 206
botes de gel,... UNA VEZ MÁS GRACIAS POR VUESTRA GENEROSIDAD.
sábado, 21 de febrero de 2015
MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO PARA LA CUARESMA
Queridos hermanos y hermanas:
La Cuaresma es un tiempo de renovación para la Iglesia, para las
comunidades y para cada creyente. Pero sobre todo es un «tiempo de
gracia» (2 Co 6,2). Dios no nos pide nada que no nos haya dado antes:
«Nosotros amemos a Dios porque él nos amó primero» (1 Jn 4,19). Él no es
indiferente a nosotros. Está interesado en cada uno de nosotros, nos
conoce por nuestro nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos. Cada
uno de nosotros le interesa; su amor le impide ser indiferente a lo que
nos sucede. Pero ocurre que cuando estamos bien y nos sentimos a gusto,
nos olvidamos de los demás (algo que Dios Padre no hace jamás), no nos
interesan sus problemas, ni sus sufrimientos, ni las injusticias que
padecen… Entonces nuestro corazón cae en la indiferencia: yo estoy
relativamente bien y a gusto, y me olvido de quienes no están bien. Esta
actitud egoísta, de indiferencia, ha alcanzado hoy una dimensión
mundial, hasta tal punto que podemos hablar de una globalización de la
indiferencia. Se trata de un malestar que tenemos que afrontar como
cristianos.
Cuando el pueblo de Dios se convierte a su amor, encuentra las
respuestas a las preguntas que la historia le plantea continuamente. Uno
de los desafíos más urgentes sobre los que quiero detenerme en este
Mensaje es el de la globalización de la indiferencia.
La indiferencia hacia el prójimo y hacia Dios es una tentación real
también para los cristianos. Por eso, necesitamos oír en cada Cuaresma
el grito de los profetas que levantan su voz y nos despiertan.
Dios no es indiferente al mundo, sino que lo ama hasta el punto de dar a
su Hijo por la salvación de cada hombre. En la encarnación, en la vida
terrena, en la muerte y resurrección del Hijo de Dios, se abre
definitivamente la puerta entre Dios y el hombre, entre el cielo y la
tierra. Y la Iglesia es como la mano que tiene abierta esta puerta
mediante la proclamación de la Palabra, la celebración de los
sacramentos, el testimonio de la fe que actúa por la caridad (cf. Ga
5,6). Sin embargo, el mundo tiende a cerrarse en sí mismo y a cerrar la
puerta a través de la cual Dios entra en el mundo y el mundo en Él. Así,
la mano, que es la Iglesia, nunca debe sorprenderse si es rechazada,
aplastada o herida.
El pueblo de Dios, por tanto, tiene necesidad de renovación, para no ser
indiferente y para no cerrarse en sí mismo. Querría proponerles tres
pasajes para meditar acerca de esta renovación.
1. «Si un miembro sufre, todos sufren con él» (1 Co 12,26) – La Iglesia
La Cuaresma es un tiempo propicio para dejarnos servir por Cristo y así
llegar a ser como Él. Esto sucede cuando escuchamos la Palabra de Dios y
cuando recibimos los sacramentos, en particular la Eucaristía. En ella
nos convertimos en lo que recibimos: el cuerpo de Cristo. En él no hay
lugar para la indiferencia, que tan a menudo parece tener tanto poder en
nuestros corazones. Quien es de Cristo pertenece a un solo cuerpo y en
Él no se es indiferente hacia los demás. «Si un miembro sufre, todos
sufren con él; y si un miembro es honrado, todos se alegran con él» (1
Co 12,26).
La Iglesia es communio sanctorum porque en ella participan los santos,
pero a su vez porque es comunión de cosas santas: el amor de Dios que se
nos reveló en Cristo y todos sus dones. Entre éstos está también la
respuesta de cuantos se dejan tocar por ese amor. En esta comunión de
los santos y en esta participación en las cosas santas, nadie posee sólo
para sí mismo, sino que lo que tiene es para todos. Y puesto que
estamos unidos en Dios, podemos hacer algo también por quienes están
lejos, por aquellos a quienes nunca podríamos llegar sólo con nuestras
fuerzas, porque con ellos y por ellos rezamos a Dios para que todos nos
abramos a su obra de salvación.
2. «¿Dónde está tu hermano?» (Gn 4,9) – Las parroquias y las comunidades
Lo que hemos dicho para la Iglesia universal es necesario traducirlo en
la vida de las parroquias y comunidades. En estas realidades eclesiales
¿se tiene la experiencia de que formamos parte de un solo cuerpo? ¿Un
cuerpo que recibe y comparte lo que Dios quiere donar? ¿Un cuerpo que
conoce a sus miembros más débiles, pobres y pequeños, y se hace cargo de
ellos? ¿O nos refugiamos en un amor universal que se compromete con los
que están lejos en el mundo, pero olvida al Lázaro sentado delante de
su propia puerta cerrada? (cf. Lc 16,19-31).
Para recibir y hacer fructificar plenamente lo que Dios nos da es
preciso superar los confines de la Iglesia visible en dos direcciones.
En primer lugar, uniéndonos a la Iglesia del cielo en la oración. Cuando
la Iglesia terrenal ora, se instaura una comunión de servicio y de bien
mutuos que llega ante Dios. Junto con los santos, que encontraron su
plenitud en Dios, formamos parte de la comunión en la cual el amor vence
la indiferencia. La Iglesia del cielo no es triunfante porque ha dado
la espalda a los sufrimientos del mundo y goza en solitario. Los santos
ya contemplan y gozan, gracias a que, con la muerte y la resurrección de
Jesús, vencieron definitivamente la indiferencia, la dureza de corazón y
el odio. Hasta que esta victoria del amor no inunde todo el mundo, los
santos caminan con nosotros, todavía peregrinos. Santa Teresa de
Lisieux, doctora de la Iglesia, escribía convencida de que la alegría en
el cielo por la victoria del amor crucificado no es plena mientras haya
un solo hombre en la tierra que sufra y gima: «Cuento mucho con no
permanecer inactiva en el cielo, mi deseo es seguir trabajando para la
Iglesia y para las almas» (Carta 254,14 julio 1897).
También nosotros participamos de los méritos y de la alegría de los
santos, así como ellos participan de nuestra lucha y nuestro deseo de
paz y reconciliación. Su alegría por la victoria de Cristo resucitado es
para nosotros motivo de fuerza para superar tantas formas de
indiferencia y de dureza de corazón.
Por otra parte, toda comunidad cristiana está llamada a cruzar el umbral
que la pone en relación con la sociedad que la rodea, con los pobres y
los alejados. La Iglesia por naturaleza es misionera, no debe quedarse
replegada en sí misma, sino que es enviada a todos los hombres.
Esta misión es el testimonio paciente de Aquel que quiere llevar toda la
realidad y cada hombre al Padre. La misión es lo que el amor no puede
callar. La Iglesia sigue a Jesucristo por el camino que la lleva a cada
hombre, hasta los confines de la tierra (cf.Hch 1,8). Así podemos ver en
nuestro prójimo al hermano y a la hermana por quienes Cristo murió y
resucitó. Lo que hemos recibido, lo hemos recibido también para ellos.
E, igualmente, lo que estos hermanos poseen es un don para la Iglesia y
para toda la humanidad.
Queridos hermanos y hermanas, cuánto deseo que los lugares en los que se
manifiesta la Iglesia, en particular nuestras parroquias y nuestras
comunidades, lleguen a ser islas de misericordia en medio del mar de la
indiferencia.
3. «Fortalezcan sus corazones» (St 5,8) – La persona creyente
También como individuos tenemos la tentación de la indiferencia. Estamos
saturados de noticias e imágenes tremendas que nos narran el
sufrimiento humano y, al mismo tiempo, sentimos toda nuestra incapacidad
para intervenir. ¿Qué podemos hacer para no dejarnos absorber por esta
espiral de horror y de impotencia?
En primer lugar, podemos orar en la comunión de la Iglesia terrenal y
celestial. No olvidemos la fuerza de la oración de tantas personas. La
iniciativa 24 horas para el Señor, que deseo que se celebre en toda la
Iglesia —también a nivel diocesano—, en los días 13 y 14 de marzo, es
expresión de esta necesidad de la oración.
En segundo lugar, podemos ayudar con gestos de caridad, llegando tanto a
las personas cercanas como a las lejanas, gracias a los numerosos
organismos de caridad de la Iglesia. La Cuaresma es un tiempo propicio
para mostrar interés por el otro, con un signo concreto, aunque sea
pequeño, de nuestra participación en la misma humanidad.
Y, en tercer lugar, el sufrimiento del otro constituye un llamado a la
conversión, porque la necesidad del hermano me recuerda la fragilidad de
mi vida, mi dependencia de Dios y de los hermanos. Si pedimos
humildemente la gracia de Dios y aceptamos los límites de nuestras
posibilidades, confiaremos en las infinitas posibilidades que nos
reserva el amor de Dios. Y podremos resistir a la tentación diabólica
que nos hace creer que nosotros solos podemos salvar al mundo y a
nosotros mismos.
Para superar la indiferencia y nuestras pretensiones de omnipotencia,
quiero pedir a todos que este tiempo de Cuaresma se viva como un camino
de formación del corazón, como dijo Benedicto XVI (Ct. enc. Deus caritas
est, 31). Tener un corazón misericordioso no significa tener un corazón
débil. Quien desea ser misericordioso necesita un corazón fuerte,
firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios. Un corazón que se deje
impregnar por el Espíritu y guiar por los caminos del amor que nos
llevan a los hermanos y hermanas. En definitiva, un corazón pobre, que
conoce sus propias pobrezas y lo da todo por el otro.
Por esto, queridos hermanos y hermanas, deseo orar con ustedes a Cristo
en esta Cuaresma: "Fac cor nostrum secundum Cor tuum": "Haz nuestro
corazón semejante al tuyo" (Súplica de las Letanías al Sagrado Corazón
de Jesús). De ese modo tendremos un corazón fuerte y misericordioso,
vigilante y generoso, que no se deje encerrar en sí mismo y no caiga en
el vértigo de la globalización de la indiferencia.
Con este deseo, aseguro mi oración para que todo creyente y toda
comunidad eclesial recorra provechosamente el itinerario cuaresmal, y
les pido que recen por mí. Que el Señor los bendiga y la Virgen los
guarde.
Vaticano, 4 de octubre de 2014
Fiesta de san Francisco de Asís
FRANCISCUS PP.
jueves, 19 de febrero de 2015
miércoles, 18 de febrero de 2015
ACTOS DE LA COFRADIA DE LA VERA CRUZ
Ilustre y Venerable Cofradía de la Santa Vera Cruz
CELEBRA
Solemne Triduo Cuaresmal
EN LA IGLESIA DE LA SANTA CRUZ DONDE SE VENERARÁ LA RELIQUIA DEL LIGNUM CRUCIS
Predicará la Palabra de Dios el: Rvdo. SR. D. LUIS MARÍA SALAZAR GARCÍA RECTOR DEL SEMINARIO DIOCESANO
VIERNES DÍA 20, A LAS 7´30 DE LA TARDE: SANTA
MISA La Eucaristía será aplicada por el eterno descanso del hermano: D.
Rosendo García Mota Intervendrá el Coro de la Asociación de la Medalla
Milagrosa
SÁBADO DÍA 21, A LAS 7´30 DE LA TARDE: SANTA
MISA La Eucaristía será aplicada por el eterno descanso de los
hermanos: D.ª Magdalena Sánchez Díaz y D. Cristóbal José Cruz Lemus
Intervendrá el Coro ¨Cantaré¨
DOMINGO DÍA 22, A LAS 7´30 DE LA TARDE: SANTA
MISA La Eucaristía será aplicada por el eterno descanso de los
hermanos: D.ª Laura Garrido Pérez D. Antonio Fernández Rodríguez
Intervendrá el Coro de la Parroquia de El Salvador
Baeza, Febrero de 2015

El
próximo domingo 22 de febrero, en la Iglesia de Santa Cruz, nuestros
Sagrados Titulares se encontrarán en Solemne besapiés y besamanos
respectivamente.
El horario será el siguiente:
de 11:00h a 14:00h y de 17:00h a 19:30h
A las 12 horas, rezo del Ángelus, y a las 19:00h, rezo del Santo Rosario.
El horario será el siguiente:
de 11:00h a 14:00h y de 17:00h a 19:30h
A las 12 horas, rezo del Ángelus, y a las 19:00h, rezo del Santo Rosario.

martes, 17 de febrero de 2015
SEMANA SANTA DE BAEZA. VIDEO PROMOCIONAL
lunes, 16 de febrero de 2015
LA VERA+CRUZ COMIENZA SU 475 ANIVERSARIO FUNDACIONAL

Cartel Conmemorativo, obra de D. Juan García, D. Cristobal Tornero y D.
Javier Ruiz, sobre idea original de D. Juan García Cuevas.

Foto: Rafa Montiel
Ayer domingo día 15 de febrero, a las 19:00 horas, en una abarrotada
casa de hermandad de la Vera+Cruz asistíamos al acto inaugural de la
conmemoración del 475 Aniversario de esta cofradía decana de las
penitenciales de nuestra ciudad.
Comenzó el acto con la presentación del cartel conmemorativo, realizado
por D. Juan García, D. Cristobal Tornero y D. Javier Ruiz.
A continuación el Prioste de la Cofradía presentaba el programa, aún
abierto, de los actos que a lo largo del año se van a celebrar centrados
en la actividad cultual, formativa y de caridad.
Seguidamente disfrutamos de una interesantísima conferencia "La
Vera-Cruz; Ayer y Hoy", a cargo del Ilmo. Sr. Rvdo. D. Francisco Juan
Martínez Rojas, Vicario General de la Diócesis.
Desde aquí queremos felicitar de nuevo a esta Cofradía por la
celebración de tan histórica efeméride y desearle un año intenso lleno
de frutos para mayor gloria de Dios.

viernes, 13 de febrero de 2015
miércoles, 11 de febrero de 2015
martes, 10 de febrero de 2015
domingo, 8 de febrero de 2015
RECOGIDA DE ALIMENTOS. ¡¡¡¡URGENTE!!!!!
jueves, 5 de febrero de 2015
miércoles, 4 de febrero de 2015
CELEBRACION DE LA FIESTA DE LA CANDELARIA EN LA PARROQUIA
lunes, 2 de febrero de 2015
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